Una de las claves del respeto, y por consiguiente de la alegría interna, es aprender a ser agradecido y a dar las gracias con una adecuada comprensión. Se da por otros como un hecho que en algún momento no hay por qué darlas y que eso cultiva una actitud "inocente", "pasiva" y "débil". Y en verdad, la gratitud es todo excepto debilidad. Abre la puerta a una ciencia que solo cada uno de nosotros sabe trasladar. (Aunque en el fondo no lo sepamos).
No saber dar las gracias filtra debilidad, robando fuerza y energía para con uno mism@.
La expresión "gracias" no es una simple palabra educada y convencional. Es sobre un todo transformarse a frase mágica, un encantamiento transmitido para quien lo sepa recibir.
Dar las gracias a alguien ejerce un poder liberador. Permite el desapego. Es el arte de una aceptación inteligente y renacer a uno mismo(el particular cénit del fénix).
Es la alquimia de la con-razón (porque se da por seguro que nunca serán dadas sin ella).
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¿Algo más que añadir? Si: ... gracias.-